martes, 28 de octubre de 2014

Ilusión de agua

Lo bueno de una ducha con presión es que sientes que te quedas limpio. Por arrastre. Aunque sea fría, porque la de ayer, a la misma temperatura no la podemos llamar ducha. Era simplemente un chorro de agua, suficiente para tardar en llenar una jarra de cocina mas de dos minutos.
Mientras France24 y el resto de televisiones hablan de Ebola, nosotros hacemos cosas más humildes. El hospital pediátrico de Kimbondo tiene dificultades, como tanto otros, para facilitar el agua en condiciones a su gente. Eso incluye visitantes y pacientes del centro, pero también a los trabajadores. Quiere decir que sus enfermeros, médicos y auxiliares no pueden lavarse la manos con la frecuencia que sería deseable. Y eso queremos solucionar. Ellos quieren, lo conocen. Lo han pedido. "Pero hace falta la platita", diría el doctor Rios. 
Hemos comenzado el proyecto de agua básica para el hospital con la compra de materiales y la elección del personal. Ninguna de las dos fácil. Unos dicen que aquel te roba, pero otros juran que es un buen trabajador. Y otros aseguran que aquello que estas comprando, es a buen precio, aunque a ti te da la impresión de que es precio "mundele" (blanco). 
Hemos comenzado con la formación del responsable del proyecto de agua, y hemos hablado con las autoridades, tenemos el conocimiento y todos eso que dicen los manuales. Ahora lo pones en practica y es bonito como se convierte en realidad. Con todas las dificultades que desconocer una cultura te puede suponer. Trabajas con ellos, pero cada día te asombran, cada día aprendes y te das el coscorrón. Fuerte.

Nuestro carpintero va a construir unas estanterías para uno de los almacenes. Nuestro carpintero perdió cuatro dedos de la mano en el mes de julio, a finales. Y no puede dejar de trabajar, no tiene seguro que asegure la vida de su familia y, mientras se acostumbra al nuevo movimiento de sus cercenadas falanges, redacta un presupuesto. Te dice que fue a medir el cuarto y que conoce las medidas. Pero al rato te dice que redactó el presupuesto en el autobús de vuelta al hogar. Presionado por el blanco que quiere el trabajo listo a un ritmo que no cuadra sobre el terreno. Por eso el presupuesto esta mal, por eso le das a él el trabajo y no preguntas. Pagas por que lo que quieres es ver ordenado aquel caos de almacén que está repleto de riqueza necesaria para la pediatría, y sus usuarios.
Tengo buenas sensaciones y buen karma. Estoy ilusionado viendo que el proyecto de agua e higiene básica va a funcionar. Y es gracias a ti que lees estas líneas. Gracias. 

Ilusión de ver nuestros WC listos y funcionando.