domingo, 7 de julio de 2013

Agua y jabón

Lo bueno de los sábados en la pediatría es que son tranquilos. No hay mucha gente y podemos encontrar momentos de silencio. Un silencio roto por el pequeño coro que ensaya para la gran misa del domingo. Esta manera de acompañar el sonido del viento contra el bambú es de lo más agradable que podemos encontrar en Kimbondo. Aún así, los niños siguen gritando, pidiendo que les cojas en brazos, y siguen demandando atención. Seguimos, por ejemplo, con las curas. Soní es un chaval (y ya padre) que viajó a Italia para colocarle una prótesis de cadera. Se le ha infectado. Lleva dos meses exudando un líquido purulento y hemos probado de todo. Ha estado con tratamiento oral de antibiótico, curas, etc, pero no termina de solucionarse la cosa. Parece que la única alternativa es que vuela al hospital italiano para una limpieza quirúrgica. Os podéis imaginar el lío y el coste que esto supone. Sin contar lo que viajar a Europa puede suponer para estos chavales que sólo conocen Congo. Aquí, todos los que le conocen de tiempo dicen que llevarle a Europa le ha convertido en un joven consentido, caprichoso y manipulador. No lo sé, pero está claro que una experiencia como esa para un inmaduro puede tener algunos costes que ninguno prevemos y que notamos con el paso del tiempo.



Congo, como otras partes de África, podría describirlo como la España de la postguerra (aunque no conocí esta época, claro está). Calles sin asfaltar, gente por todos lados sin nada que hacer, cortes de luz y de agua continuos (allá donde llega el agua, claro está. Nosotros la bombeamos desde el río que hay montaña abajo), extraperlo y precios prohibitivos de todo aquello que viene el exterior. Es curioso, si en Europa compras algo, ya de por si es más barato que aquí. Pero si a esto le sumamos la desgravación del IVA porque es un producto para la exportación, la diferencia es abismal. Lo único que tienes que hacer es saltarte la entrada, basta con no declararlo en la aduana congolesa. Si no lo haces, la tasa impositiva es tan alta que ya no merecía la pena tu compra en Europa. Eso es lo que me dicen los italianos que hacen. Se desgravan allí y aquí puentean al Estado. Es curioso las diferentes estrategias que desarrollamos para conseguir que lleguen más cosas a la pediatría. Justificando los medios por el fin justo de los niños de la pediatría.


Hoy se ha marchado una señora que posiblemente financie un gran proyecto para renovar parcialmente el hospital. Espero que pueda llevarlo a cabo, y que mi preocupación haya calado bien en esta gran mujer. Para mí, el principal problema de la pediatría como hospital, tiene un tratamiento relativamente poco costoso. Me decían cuando aprendí sobre cosas de agua y saneamiento que el tratamiento que reduciría más muertes en África es bastante simple, agua y jabón. Lavado de manos. Lo mismo le he pedido yo a Silvia, que el nuevo proyecto tenga en consideración la limpieza. Ya lo dijo Nightingale, basta con ser limpios, separar un poco a los pacientes... de esta manera reduciríamos considerablemente el número de defunciones de nuestro hospital congoles. ¿parece sencillo? Es un proyecto que me apetece muchísimo, y espero que entre todos podamos levantar un pequeño hospital en condiciones. Limpio, aseado y con las condiciones mínimas para poder atender en a nuestros pacientes. Mientras escribo resuena la música de los ángeles congoleses...


1 comentario:

  1. Hola Rodrigo, me gustaria ponerme en contacto contigo por privado, pues me gustaria que me informaras de varias cosas de Kimbondo. Mi mail es info@midisenador.com (Fran) Muchas Gracias y excelente trabajo ;)

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