Lo bueno de viajar es que nunca sabes
lo que te vas a encontrar. Hoy nos hemos desplazado a Quinta, el ranchito
del Padre Hugo. Se trata de un proyecto de la cooperación italiana
que pretende generar ingresos que sostengan la pediatría. Son un
taco de hectáreas donde cultivan principalmente mandioca (base de la
alimentación congoleña) con la que luego se fabrica el fu fu, la
chikuanga y otra comida que no recuerdo. Viene a ser nuestro pan que
acompaña todas las comidas. Además también cultivan piña,
bananas, tienen algunas cabezas de ganado... Sirve también como
instrumento para formar a algunos mayores de la pediatría y que
aprendan un oficio. Aunque para esto todavía queda un poco (la
primera promoción está ahora mismo en su primera misión en el ranchito).
El viaje, como siempre, increíble. Una
carretera sembrada de camiones en reparación o directamente
abandonados en la cuneta. 100 y pico km de bastante buena carretera
(contaba Hugo que con la guerra todo quedó destruido y que desde
hace unos pocos años pueden volver a cruzar el puente que voló el ejercito en su repliegue hacia la capital), 30 km de pista de arena, pero de la del desierto. He
aprendido que para no quedarse bloqueado es necesario mover
rápidamente el volante de izquierda a derecha. De esta forma parece
que se abre el camino en la tierra y evitas dejar el 4x4 tirado... En
total 4 horas de viaje de ida (aquí las distancias conviene medirlas
en tiempo y no en kilómetros como hacemos nosotros) hacia el interno, hacia el corazón de Congo.
A la vuelta nos acompañó uno de los
trabajadores, que después de todo el año currando, regresaba a
Kinshasa para unas merecidas vacaciones en compañía de su familia e
hijos. 3 me decía Guillén que tiene, y según afirma no tendrá más
porque luego sale caro mantenerlos. Raro, porque la media que he
podido hacer groso modo, supera los 5. Y lógicamente lo
justifican... ¿qué pasa luego si alguno se me muere?... Debo tener
muchos. -me decía el enfermero Edo, que de momento sólo tiene 2-.
Ver amanecer en la sabana congoleña
(bastante distinta de la del Rey León), entre tanto matorral y algún
baobab, merece la pena. Aunque creo que con la perspectiva elevada
que te da un camión, debe ser aún mejor. Y así los ves viajar a
ellos. Algunos sobre la carga de un Iveco repleto de carbón. Otros
encima de una furgoneta de producción china. Donde haya espacio para
aposentar el trasero, allá puede viajar un pasajero. Algunas veces es realmente exagerado. Toda la carga de piedras y 15 adultos sobre ella.
Como decía, la sabana tropical es
distinta y densa. Mucho matorral. Mucho. La solución que han
encontrado es aprovechar esta estación seca en la que estamos para
realizar quemas selectivas. Por un lado es una forma de poda natural
(cuando lleguen las lluvias todo volverá a crecer con fuerza). Por
otro les sirve de instrumento de caza, cuando lo usan en grupos coordinados, son capaces de ahuyentar a los animales convirtiéndolos en presas más fáciles que
coger en la extensísima sabana en la que se mueven. Y es que aquí
el fuego está muy presente. A falta de corriente es el utensilio
para cocinar. Les calienta en las frías noches que estamos
padeciendo (para ciudadanos con el cuerpo acostumbrado al abrasador
calor del trópico, 20 grados, es mucho frío). Es además la manera
de deshacerse de las basuras que generan. En la pediatría
encontramos a diario pequeños incendios controlados que sirven para
eliminar todos los desechos que producimos. El fuego y el carbón son
por tanto grandes compañeros de la rutina diaria de cualquier
congoleño. Con el peligro que muchas veces puede suponer. Aquí, no es raro recibir pequeños con quemaduras. O ver adultos
con grandes marcas de guerra que se hicieron cuando era niños
traviesos como lo hemos sido todos. A veces, sólo a veces, se les va
de las manos y se genera un gran incendio incontrolable. Digo
incontrolable porque se hace difícil extinguir las llamas en esa
frondosa vegetación que os he contado; y que a partir de ahora y
hasta octubre, cada vez estará más seca.
Feliz Ramadán.
Felicidades por vuestro trabajo! :)
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