Lo bueno de Casa Patrick es que puedes
ver la esencia de los niños. La inocencia que conduce sencillamente
a cuidar del hermano. Hoy me decía Andrea que tengo muchas fotos de
la Casa. Es verdad. Me maravilla ver a niños con retrasos mentales
cuidando de los menos capaces a nivel físico. Empujan las sillas
hasta el baño para que hagan pis. Los recogen del suelo si se caen,
los alimentan. Es increíble que nosotros tengamos a aquellos que
padecen Síndrome Dawn en centros especiales, aquí son especiales
porque cuidan de los que no tienen fuerzas para hacer rodar su silla
de ruedas sobre la arena. En verdad puede ser una Casa dura, pero
tiene un encanto especial que no alcanzo a describir.
Volvemos con la maleta llena de
proyectos. Hemos hablado mucho con los coordinadores italianos y
tenemos un rumbo que podemos seguir a partir de ahora. Lo cual, me
hace profundamente feliz. Comentaba alguien que aquí hay mucho
trabajo por hacer, pero a nuestro regreso comienza otro trabajo;
quizás más silencioso, pero vital para que aquí las ideas puedan
florecer como material tangible que haga la vida más feliz a toda la
pediatría.
El traspaso está hecho y la vida
continúa. Otro voluntarios vendrán (ya tenemos algún candidato en
España), otros trabajadores... y mientras el Padre Hugo seguirá
aquí entregando su vida por este pueblo. Me pareció curioso la
familia que vino el otro día a entregar un poco de comida para el
almacén. La mamá me miró a los ojos, y sonriendo me dijo, gracias
por el trabajo que hacéis por nuestro pueblo.
Aunque la vida diaria en África es
difícil, es verdad que los africanos demuestran una jovialidad
sorprenderte, una alegría que nosotros pocas veces comprendemos.
Quizás sea porque su vida se basa más en la relaciones sociales, en
el trato humano, que en el consumo de objetos. Pero este
comportamiento no evita el sufrimiento que causa el dolor por la
muerte de los seres queridos, por las enfermedades y el hambre, por
las penurias y la miseria […].
Los africanos no son pobres, como si
la pobreza hubiera bajado del cielo: se les ha empobrecido,
privándoles de capital natural y de sus rentas, robándoles su
ganado, exportando a sus hombres con capacidad productiva, pagando
precios de miseria por su trabajo, ofreciendo precios de hambre por
sus productos. Si le robamos a una familia todo lo que tiene y se le
deja en la indigencia, si después su trabajo se remunera con
ingresos que no alcanzan para subsistir, no hace falta realizar
muchos informes para saber dónde está el origen de los problemas de
esta familiai.
Estamos en deuda,
ahora nos toca trabajar. Y contamos con amigos para hacerlo realidad,
es lo que más me alegra. Gracias a todos. Los que habéis leído,
difundido, los que habéis mandado e-mails preguntando dudas,
mensajes de ánimo, consejos, a los que habéis resuelto nuestras
dudas... GRACIAS A TODOS DE CORAZÓN. Este el principio de un nuevo
sueño... no dejéis de estar ahí. Se os quiere.
Punto y seguido.
-En breve comenzaremos, gracias a la ayuda de algunos amigos, una nueva página Web con todos los proyecto y la información de Kimbondo en Español.
iA.
Santamaría, Desarrollo y subdesarrollo en África. Incluido en
África en el Horizonte, Los libros Catarata, 2006. pp 159-162
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