lunes, 17 de junio de 2013

Entre panes

Lo bueno de cada día es que trae nuevas cosas. De los dos niños que seguía más de cerca, uno ha vuelto a su pabellón del orfanato en Casa Patric, donde la hermana Trinidad (burgalesa de nacimiento) se hace buen cargo de ella. Cathy.
El otro, Bernabé, al que ya os mostré en una foto, sigue hospitalizado con una neumonía grave y con una severa deshidratación. Le han puesto sueroterapia (ese líquido que te ponen siempre en cualquier ingreso hospitalario en Madrid, colgando de un palo que luego paseas por los pasillos) y han cambiado el tratamiento. Esperemos que mejore. Hoy ha comido despacito a través de una pequeña jeringa, y ha jugado un poco. Y lo mejor, ha sonreído. Lo que cualquier niño de su edad debería hacer. Pero Bernabé es VIH positivo y está muy malito, por lo que arrancarle una sonrisa es difícil. Ahora le miro y creo que me reconoce. También creo que los dos estamos a gusto.
Hemos cambiado de tienda donde compramos el pan para todos los niños de la pediatría. Los libaneses están aquí desde hace tiempo y son los que tienen el monopolio de muchos comercios, entre ellos, el pan. Hemos cambiado, como digo, a una congolesa. Un lugar muy peculiar pero con un pan muy bueno.
Mientras conversábamos con los trabajadores de la panadería he descubierto la fuerza que tiene la religión en el pueblo congolés. Me decía que por qué seguía fumando, y yo le he preguntado que cómo hizo para dejar el vicio. Respuesta sencilla. Con la ayuda de Cristo. Curioso. A mi la terapeuta me recomendó unos parches, a papá David le bastó con la ayuda de Dios y se alejó de la nicotina.
(Haciendo pan sin luz en horno de leña)

Cosas que debéis saber. La manera formal y educada de llamar a la gente en Congo es con Papá o Mamá. ¿curiosos verdad?... papá Rodric me dicen por aquí. Los cortes de luz son normales (y por lo poco que conozco, parece que es así en casi toda África subsahariana). Los chinos están muy presentes, así como los indios, los libaneses o los árabes en general. El otro día en una tienda me decía un libanés que si yo era árabe... en fin. La manera de conducir seguro que la conocéis si habéis pisado el continente negro (o si conocéis alguna parte de Italia). La comida básica es el fufú, una masa a base de mandioca con un sabor muy peculiar, que a mí, personalmente, no me gusta. La moneda es el franco congolés, y 10 dólares vienen a ser 9.000 francos. Kitoko quiere decir bonito. El mosquito es capaz de atravesar el pantalón “de pintor” que te aconsejan que te compres cuando vas a venir. El sol se pone a eso de las 6 de la tarde, así que la vida comienza también a las 6 de la mañana. Si no hay luz, sólo queda dormir (kolala). Comer se dice kolia, y ven aquí se dice yaka. Ah! Los niños son niños en todas partes, así que no hay que tener ningún miedo en jugar con ellos. El blanco, como en no sé qué libro, sigue siendo un dólar con piernas.



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