viernes, 14 de junio de 2013

Regalo de hermano

Lo bueno de la pediatría es que no es como el Congo. Lo malo de la pediatría es que los niños que crecen aquí algún día deberán salir a la calle a buscarse la vida. Y como la pediatría no es más (ni menos) que un pequeño paraíso, la cosa se complica. Aquí el Padre Hugo Ríos y la doctora Laura Perna han conseguido que los niños coman tres (o cuatro) veces al día. Se asean a diario, van a la escuela y tienen atención médica. Lo que podríamos denominar una atención integral, que dirían los listos. Pero eso sólo ocurre acá y en muy pocos sitios más.
Para todo eso se vale de un batallón de trabajadores (alrededor de 140) y una legión de voluntarios. Todos los meses llega desde Italia una remesa para el pueblo de la pediatría de alrededor de 50.000 euros. ¿se imaginan mantener a cerca de 1.000 personas entre trabajadores, niños, profesores, mantenimiento?... mucho mantenimiento. Todo en África se arregla, tirar no es una costumbre muy usada.
Una de las patas indirectas de la pediatría son aquellos que suministran cualquier cosa al centro, lo que denominaríamos beneficiarios indirectos. La panadería, la fotocopiadora, las tiendas de suministros de todos los tipos (arroz, cosas de electricidad...), así que no son sólo los niños los beneficiados con el trabajo hecho aquí. Si no también otros muchos congoleses que reciben aquello que viene desde Italia (y ahora España).

Hoy hemos colocado parte del material que hemos traído. Hemos estado haciendo labores propias de enfermería. Básicamente alimentación infantil y cuidados básicos. Curas... Las heridas aquí son bastante espectaculares. La alimentación básica (con poca proteína) no ayuda mucho a la cicatrización de todas esas heridas infantiles.
Lo bueno es que siempre pueden sorprenderte, un niño discapacitado que anda, un autista que se acerca y te sonríe, un malnutrido que sale de la sala de cuidados intensivos... una enfermera que hace lo que se supone que debería hacer...

¿qué hago por aquí? Básicamente cosas de enfermero raso, que diría el otro... curas a montón (las heridas están realmente infectadas y malolientes muchas de las veces), dar de comer a aquellos que no tienen quien les dé, organizar para que trabajen, enseñar cómo hacemos las cosas en España y tratar de que lo hagan... 

Otros voluntarios están para atender los baños de los más pequeños, para diseñar y construir las instalaciones nuevas... en fin, somos una gran familia que se reparte las tareas más o menos ordinarias. Pero, si estás leyendo esto, quedas oficialmente invitado a probar esta otra forma de vida. ¿otra forma de vida? Un ejemplo. Por aquí hay un italiano que vive aquí, joven, enfermero. Pues bien, hoy papá Wili (congolés) se me acercó para darme un regalo para el joven italiano. ¿adivinan? Un desodorante.
Espero que las fotos les gusten.  
(Lavado de dientes en la casa de los discapacitados)

(Nací sin brazos, miren como manejo los pies)

(Música en la pediatría, gran fisioterapia)


PD: mate un mosquito.

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